viernes, 29 de enero de 2016

La aceptación de uno mismo como principio de todo posible cambio


El paso inicial para la aceptación de uno mismo es darse cuenta de quién uno es. Proceso lento y dificultoso, en la medida que los conflictos no resueltos, miedos, culpas, baja autoestima, ego distorsionado, convertidos en deterioros del carácter y en adicciones diversas, nublan nuestra mirada interna.

La aceptación de uno mismo tal cual es, constituye uno de los pasos más importantes para el desarrollo personal y la armonía interna. No se puede estar en armonía si uno no acepta las características positivas y negativas de su integridad. Después del darse cuenta viene la aceptación y después el cambio.

La aceptación de uno mismo la podemos concebir como el envión para cambiar nuestro contexto interno de vida actual. La resistencia al cambio, por el contrario, se transforma en una barrera para nuestro desarrollo personal. 

Es bondadoso aceptar todo lo positivo que hay en nosotros; sin embargo, si deseamos cambiar creencias anquilosadas y prácticas negativas, debemos darnos cuenta de  nuestras flaquezas.

Hacer frente a nuestras carencias demanda la fortaleza indispensable para desafiar la mayor de nuestras debilidades: el miedo al cambio.

Si nos internamos en el surco de nuestro cambio sinceramente, si revisamos nuestras emociones sombrías y nuestras formas de proceder  y las cambiamos por empatía, por bondad, por amor, que es el motor que mueve la existencia humana, tendremos más posibilidades de conseguir ser lo que deseamos ser.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

jueves, 14 de enero de 2016

¿Qué es la Psicología Social?


Algunos me preguntan que diferencia hay entre la psicología individual y la psicología social. ¿Es lo mismo?, ¿abordan las mismas problemáticas?, ¿Hacen un enfoque similar de los temas?...

Pues bien...

Para poder comprender este tema es necesario mencionar y definir previamente dos ramas profesionales que hacen un enfoque del individuo desde distintas ópticas. Me estoy refiriendo a la Psicología y a la Sociología.

La primera de ellas, la Psicología, tiene como objeto de estudio al individuo en relación con sus problemas internos. Esto significa que aborda las problemáticas y todo lo que le sucede al sujeto a nivel individual; sus dificultades, inconvenientes, traumas, etc. Por otro lado tenemos a la Sociología, siendo esta una ciencia cuyo objeto de estudio es describir y analizar todo lo que acontece en las sociedades, regiones y en las comunidades. Como se organizan y que comportamientos se dan a nivel social.

Ahora bien... ¿Cómo se inserta? o ¿qué aborda la psicología social?...

Esta profesión también tiene como objeto de estudio al individuo, pero entiende que es un sujeto social, de manera que todos sus problemas internos devienen de su manera de víncularse, de su forma de comunicarse, de sus interrelaciones y en definitiva de todo lo que se genera entre los sujetos cuando se agrupan con un objetivo en común, (pareja, familia, trabajo, etc.).

Dicho con otras palabras, lo que hace la Psicología Social es estudiar ese nivel intermedio entre ambas especialidades, y enfoca su atención comprendiendo que las problemáticas devienen de las relaciones grupales.

José Bleger un gran profesional reconocido a nivel internacional, fue muy radical al respecto y solía decir que la psicología individual es una abstracción de la ciencia que debería ser eliminada, el sujeto es social, por lo tanto la psicología debería ser social.

Ahora bien... más allá de todo lo mencionado, entendemos que los conocimientos de la Psicología Clínica son necesarios para la Psicología Social, y en tal sentido, no podemos despreciarlos, pues lo que ocurre en el individuo es fundamental, pero como ya hemos enfatizado, el psicólogo social hace su enfoque en lo vincular y en la relación del sujeto con su entorno... la familia, la escuela, el trabajo, en fin... con lo social.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

sábado, 9 de enero de 2016

Personas Tóxicas.




Si hay algo que me llama profundamente la atención en referencia a este tema es que las personas "tóxicas" no se reconocen a sí mismas como tal, de hecho, sería muy duro para ellas hacerlo ya que implica darse cuenta y aceptar una serie de sentimientos y/o comportamientos realmente incómodos.

Las personas pueden comportarse de manera "tóxica" en un determinado momento, o bien, hacerlo de manera sistemática. Incluso lo que para algunos puede ser considerado un comportamiento "tóxico", para otros puede ser aceptable o normal. Esto último responde a ese viejo refrán que dice: "Lo semejante atrae a lo semejante". Esto significa que la gente "tóxica" suele relacionarse con gente similar, o en su defecto, busca intoxicar a otros para luego, habiendo logrado el objetivo, establecer vínculos duraderos con sus nuevas víctimas. Lo cierto es que este tipo de personas puede encontrarse en cualquier lugar. Puede ser tu jefe, algún amigo, pareja o incluso los podemos encontrar fácilmente en los contactos de las redes sociales.

Ahora bien...

El primer paso para evitar ser intoxicados es saber reconocer a estas personas. En ese sentido podemos decir que dentro de sus características encontraremos "cualidades" muy específicas. Algunas de ellas importantes de señalar es que hablan de temas negativos todo el tiempo, critican mucho, son muy hábiles para encontrar el "pero", no aceptan opiniones o sugerencias, suelen ser hirientes, agresivos, inflexibles y se exaltan fácilmente si se les contradice, porque menosprecian la opinión ajena y consideran que ellos tienen la razón siempre.

Indudablemente que este tipo de comportamientos, a la larga o a la corta, nos terminan afectando. Es por ello que si después de estar con alguien te sientes con poca energía, cansado, malhumorado por haber estado con ella, ignorado porque sólo habla de sí misma, o bien al dejarte sientes que te llevas como "regalo" un buen dolor de cabeza o estómago, quiere decir que estás frente a una persona tóxica.

Emmanuel Kant decía: "El exterior es la reflexión del interior". Estas personas no se dan cuenta pero en definitiva están reflejando lo que traen en su interior: mucha negatividad, resentimiento, frustración, baja autoestima, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes, pero sus mecanismos de comunicación no son los adecuados para satisfacer sus necesidades y en consecuencia lo que consiguen es justamente lo opuesto con sus actitudes hirientes hacia los demás. Es por ello que la gente tiende a alejarse de ellos y ser cautelosos e incluso sentir miedo porque la relación se torna difícil.

También hay personas tóxicas que muestran pasividad y se hacen pasar por "mosquitas muertas", son los llorones, que necesitan de tu ayuda constantemente, los que piden y hasta exigen que "le sostengan la vela a perpetuidad". Un dato más sobre este estilo de toxicidad es que critican incansablemente a los demás y les encanta dar lastima. Estas personas definitivamente son desgastantes, porque te "chupan" la energía como auténticos vampiros. Te quitan el tiempo, la motivación y el entusiasmo que a ellos les falta. Podemos decir que están vacíos y buscan llenar ese hueco con tu amistad, relación o compañía, el inconveniente es que éste tipo de personas cansan, aburren, limitan las conversaciones y tienes que darles ánimo constantemente porque ellos la despilfarran con sus pensamientos derrotistas todo el tiempo.

Una vez que hemos detectado a este tipo de personas, sobreviene el segundo paso. Para ello, a continuación dejo algunas claves que muchos especialistas suelen señalar para afrontar este tipo de situaciones.

CLAVES PARA VIVIR MEJOR FRENTE A PERSONAS "TÓXICAS"

  • Las personas "tóxicas" influyen en la salud tanto física como psíquica del otro. Por eso es clave identificar los síntomas que una compañía nociva produce. Dolores de cabeza, insomnio, angustia, depresión, etc.
  • A esas personas se las controla quitándoles su poder, evitando o escapando de ellas o no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad. Si se debe convivir con ellas, en la familia o en el trabajo, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y acciones.
  • Cuando surge un comentario o comportamiento "tóxico", simular que uno le presta atención cuando, en realidad, se esfuerza por desoírlo. También se puede cambiar de tema rápidamente. De todos modos es de destacar que al "tóxico" se lo neutraliza siempre con amabilidad y nunca entrando en su propio juego, utilizando palabras hirientes, de menosprecio, etc.
  • Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona "tóxica". Es un ardid efectivo para superar los malos momentos.
  • Si no es posible evitarlos, porque usan el teléfono con asiduidad e insisten, adquiera un identificador de llamadas y reduzca al mínimo el contacto personal con ellos. El mismo comportamiento adopte para el caso de aquellos que utilizan las redes sociales, reduzca al mínimo el contacto con ellos. En última instancia, si ya la situación es insostenible bloquee toda posibilidad de acceso a su cuenta.
  • La actitud positiva es siempre una elección. Prepárese mentalmente para estar bien y contrarrestar así las actitudes "tóxicas".
  • Si una persona "tóxica" forma parte de su equipo de trabajo, establezca de antemano y claramente las reglas de convivencia. Si se trata de su jefe, hágale saber que usted y su equipo pierden eficiencia frente a comportamientos negativos. Y póngale ejemplos concretos. Es verdad que lleva tiempo y es una actitud delicada pero siempre, por poco que consiga, merecerá la pena.
  • Si el "tóxico" no es alertado sobre su toxicidad, la extenderá en el ambiente. No deje pasar por alto esas actitudes y convérselo inmediatamente con él. No lo haga primero con los demás.
  • Ejercite su propia autocrítica y revise con asiduidad qué tipo de actitudes y comportamientos tiene usted para con los demás. Usted también puede ser "tóxico" para otros. La regla es simple: no le haga a los demás lo que no desea que le hagan a usted.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA