lunes, 31 de diciembre de 2012

La valentía de dudar



Había una madre que siempre cocinaba el peceto y le cortaba las puntas cuando lo cocinada, un día la hija mirándola le preguntó porque cortaba las puntas si es la parte mas rica, entonces la madre le respondió: - ¿Pero hija no sabes?, al peceto se le cortan las puntas para que salga mejor, mi madre lo hacia así, mi abuela también, viene de generaciones, se hace así.

La hija no conforme con la explicación decide ir a la fuente, llama a la abuela y le cuenta que la madre siempre le corta las puntas al peceto porque dice que se hace así ya que queda mas rico, a lo que la abuela largó una carcajada y le dijo: - Pero querida, cuando yo llegue de Italia, la única fuente que tenia era bastante chica con lo cual el peceto solo me entraba en la fuente si le cortaba las puntas, ¿no me digas que tu madre le corta las puntas al peceto?

REFLEXIÓN:
Me pareció oportuno citar este cuento que en definitiva nos invita a pensar como, a veces, hacemos las cosas porque creemos que esta bien, o porque siempre las hicimos así y nunca nos cuestionamos si podríamos hacerlas de otra forma.

Quizás quedaron obsoletas y podemos hacerlas diferentes, o quizás no, pero vale la pena cuestionarnos y tener conciencia de la forma que tenemos de hacer las cosas y los resultados que nos arrojan.

Entonces, ahora le pregunto a modo de reflexión: ¿Qué ha aprendido desde hace tiempo y lo sigue haciendo igual?, ¿habrá otra manera más eficaz?, ¿se suele cuestionar su forma de pensar y/o sus conductas?, ¿en qué creencias está sustentada su existencia?... 

Creo que si hay algo importante en la vida, es que debemos dejar de vivirla de memoria y en piloto automático. ¿no le parece?

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

martes, 18 de diciembre de 2012

¿Quién soy? o ¿Quién estoy siendo?



Era muy pequeño, apenas tenía ocho años y había un interrogante que comenzó a revolotear en mi cabeza, ¿Quién soy?, que me generaba una gran inquietudes. Hasta que un cierto día decidí trasladársela a mi padre, que por aquel entonces era estudiante de medicina. Recuerdo que al hacerle esa pregunta, ¿Quién soy?, me miró fijamente a los ojos y sorprendido me dijo:

- ¡Bueno! ¡qué interesante inquietud!...

Entre tanto yo, ansioso, esperando que evacue mi duda, completó su exposición diciéndome que era un conjunto de átomos, células, moléculas... y no se cuantas cosas más... Indudablemente que explicarle a un niño, de tan solo ocho años, algo de ese modo, era lo mismo que pedirme que comprendiera la cuadratura del círculo. En tal sentido debo confesar que su respuesta no se apartó mucho de mi ignorancia. Hoy comprendo a la distancia, que muchas veces, la gente suele ponerle rótulos difíciles a las cosas, hechos y acontecimientos, para tapar su propia ignorancia.

Lo cierto es que los años transcurrieron y la inquietud seguía presente en mí, hasta que un día conversando con una sabía persona me dijo:

- Tu interrogante esta mal formulado, no puedes preguntarte quien eres, porque nosotros vivimos en un eterno presente. En todo caso deberías pregúntate ¿quién estas siendo?...

Aprender a vivir el presente, el aquí y el ahora, y preguntarse ¿Quién estoy siendo en este preciso momento?. Fue una verdadera bisagra en mi vida. Podría decir que se transformó en "un antes y un después", ya que me permitió comprender lo importante que es reconocerme de momento en momento.

¿¡Quién estoy siendo en este mismo momento!? escribiendo este artículo, ¿Me agrada?, ¿Qué siento?, ¿Me provoca placer o displacer?... Cuando estoy en casa... ¿¡Quién estoy siendo!?, Cuando estoy con mi pareja... ¿¡Quién estoy siendo!?...

La ontología del lenguaje nos lleva a comprender que las preguntas que nos formulamos a diario, son verdaderos filtros, que nos hacen interpretar y/o ver la vida de un modo y no de otro. Por lo tanto, la calidad de nuestras preguntas repercuten en la calidad de nuestras respuestas y determinan directamente el estilo y la calidad de nuestra vida.

Si las preguntas que nos hacemos en nuestros diálogos intrapersonales nos llevan a posicionarnos como víctimas y/o nos cargan de miedos, las respuestas no serán las mismas que si nos formulamos preguntas que nos llevan a posicionarnos como protagonistas.

Ahora yo te pregunto a ti… ¿Quién estas siendo?... ¿eres una persona plena?, ¿haces lo que te gusta?, ¿Sueles transitar por senderos propios?... Cuando estas con tu pareja... ¿¡Quién estas siendo!? recuerda que quien transita por senderos ajenos obtiene logros ajenos, y por lo tanto, no los puede disfrutar.

Entonces...

Si día a día te haces ésta pregunta y las respuestas que surgen son insatisfactorias, es tiempo de acción... porque al final del camino llegará el día en que te puedas responder aquella pregunta original… ¿Quién soy? y si a diario mientras te preguntabas, ¿Quién estoy siendo?, las respuestas no eran satisfactorias, te advierto que la respuesta final de tu propia existencia será muy dolorosa.

En tal sentido debes conquistar tu vida y con ella la misión que lleva encerrada en su vientre... ¿y sabes una cosa?... para ello no existe edad, momento ni lugar para comenzar. Asume tu responsabilidad y empieza a preguntarte adecuadamente. No dejes el curso de tu vida en el uso incorrecto de tu lenguaje.

La palabra tiene poder, somos animales lingüísticos, en tal sentido... somos lo que pensamos, estamos configurados por nuestro lenguaje, el mundo que nos rodea es el reflejo de nuestros pensamientos, con nuestros pensamientos edificamos nuestra vida. Por lo tanto, si nos interrogamos mal, la desdicha y el dolor nos perseguirá como arado al buey.


Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

lunes, 3 de septiembre de 2012

"Las Ranitas en la Nata"


Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar . Una de ellas dijo en voz alta : " No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo porque prolongar este sufrimiento. No entiendo que sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril."
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana más persistente, o quizá más tozuda se dijo : "No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. Ni un solo segundo antes me llegará la hora". 
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un solo centímetro, durante horas y horas. Y, de pronto, de tanto patalear, la nata se convirtió en mantequilla. Sorprendida, la rana dio un salto  y, patinando llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo volver a casa croando alegremente.

MORALEJA: En este cuento se puede distinguir las diferentes formas en que se hablaban para sí las dos ranitas, y como eso determinó el resultado final de una y otra... Y a propósito... ¿Cómo sueles comunicarte contigo frente a la adversidad?.

Prof. Norma Hilda Corrales
Diplomada en PNL & Coaching Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

viernes, 24 de febrero de 2012

"Aprendamos a decir que no a ciertos obsequios"




En cierta oportunidad estaba Sidharta Gautama meditando bajo la sombra de un árbol y se acercaron algunos muchachos para insultarlo fervorosamente. Los minutos pasaban y Sidharta se mantenía inmutable... más sin embargo estos jóvenes cada vez se molestaban más frente a la pasividad que revelaba el destinatario. Los hechos continuaban y los improperios no dejaban espacio para tomar, siquiera, una bocanada de aire. Ya los ojos de cada uno de ellos se comenzaron a desorbitar y las gargantas se enrojecían mostrando sus venas a punto de estallar, cuando de pronto Sidharta abre sus ojos y los mira con un cierto dejo de comprensión y pena... luego con vos dulce y apacible les dijo: "agradezco vuestros obsequios, pero no los acepto", tras haber dicho tan elocuentes palabras volvió a cerrar sus ojos y se sumergió en un profundo silencio. Los muchachos se quedaron sorprendidos frente a la tremenda lección, demanera que no les quedó otra alternativa, que dar media vuelta y retirarse.

MORALEJA: Cuando alguien intenta obsequiarte algo y comprendes que su intención no es sana, simplemente no lo aceptes... el obsequio indefectiblemente quedará en poder de quien te lo quiso entregar. Nadie puede insultar y maldecir sintiendo paz en el corazón. Quien procede de esa manera ya vive en un infierno psicológico e intenta seducirte para que entres junto con él.

Transfórmate en un líder emocional y retoma el poder de decidir que es lo que quieres y deseas sentir. No delegues jamás, en otras personas, esa responsabilidad.

Libre adaptación de anécdotas vividas por Siddhartha Gautama, el Budha

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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domingo, 5 de febrero de 2012

"El hachero esforzado"


Metáfora (Autor anónimo)

Había una vez un hachero que se presentó a trabajar en una maderera.
El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aun y así el hachero se decidió a hacer un buen papel.
El primer día se presentó el capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona.
El hombre entusiasmado salió al bosque a talar.
En un solo día cortó 18 árboles.
Te felicito -dijo el capataz- sigue así
Animado por las palabras del capataz, el hachero se decidió a mejorar su propio desempeño al día siguiente, así que esa noche se acostó bien temprano.
A la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque.
A pesar de todo el empeño no consiguió cortar más que quince árboles.
Me debo haber cansado - pensó y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer se levantó decidió batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo al día siguiente no llegó ni a la mitad.
Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear el segundo árbol. Inquieto por el pensamiento del capataz, el hachero se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se esforzaba al límite de desfallecer.
El capataz le preguntó:
-¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?
-¡¿Afilar el hacha?!... No tuve tiempo de afilarla, estuve muy ocupado cortando árboles.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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jueves, 26 de enero de 2012

"La historia del capitán y su acorazado de guerra"



Metáfora (Autor anónimo)

El mar estaba muy picado hacía varios días. La visibilidad era muy precaria. El capitán del enorme acorazado recomendó a su tripulación permanecer alerta.
- Por favor informe inmediatamente de cualquier novedad. -ordenó con seguridad el capitán a su segundo-.
Tan pronto oscureció, uno de los marinos anunció:
- Atención, una luz está brillando hacia el norte.
- ¿Se está moviendo o está quieta? -preguntó el capitán. – ¡Se está moviendo! -respondió el segundo.
El capitán llamó al encargado de las señales y  le dijo:
- Avísele a esa embarcación que vire 20 grados hacia el este.
Como no hubo respuesta y la luz seguía acercándose el capitán decidió encargarse personalmente de la situación.
- Atención, atención. Habla el capitán de este acorazado. Le advertimos una vez más, cambie de curso o nos estrellaremos contra ustedes. ¡Háganlo ahora! -Insistió el capitán con firmeza.
Entonces una voz tranquila y segura le respondió:
-Aquí habla el marinero Pérez. Acorazado, cambie usted su rumbo 20 grados hacia el este.
Al oír esto el capitán, ya salido de sus casillas y casi gritando, dijo:
- Por última vez marinero. Este es un barco de guerra, vire inmediatamente 20 grados hacia el este.
Y la respuesta que recibió fue:
-Yo soy el encargado del faro. Es usted es el que debe cambiar el curso, si no lo hace tendrá un accidente fatal.

MORALEJA:
A veces queremos que los demás cambien y hasta los amenazamos con estrellarnos si no lo hacen. Más sin embargo es más fácil que tú cambies. Tú diriges tu barco. Ve a donde tú quieras y como todo buen capitán, sé flexible en la forma de construir los caminos. Obrando de esta forma puedes evitar grandes colisiones.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA


miércoles, 25 de enero de 2012

"¿Eficiencia o Eficacia en el Liderazgo?"


Un análisis resumido sobre estos conceptos nos dice que la EFICIENCIA está en directa relación con los esfuerzos que se requieren para alcanzar objetivos. Aquí debemos tener en cuenta el costo, el tiempo , el uso adecuado de factores materiales y/o humanos y finalmente cumplir con la calidad que el o los objetivos requieren. En tanto que la EFICACIA orienta más su interés en los resultados de los objetivos y para ello se requiere de un plus… la creatividad y la imaginación.

Si me permites, te daré un ejemplo para que lo entiendas mejor. La EFICIENCIA si fuera una persona te preguntaría ¿Cómo podrías hacer mejor lo que estás haciendo?, en tanto que la EFICACIA orientaría su pregunta hacia ¿Qué es lo que deberías estar haciendo?

Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver con el ejercicio del liderazgo?... pues en realidad mucho.

Si llevas adelante algún tipo de liderazgo y hasta hoy solo has puesto tu atención en alcanzar un alto grado de eficiencia en el grupo, por sobre todas las cosas, ten en cuenta que nada extraordinario o fuera de lo normal pasará a tu alrededor. Se puede decir que el equipo que lideras está “haciendo la plancha”, y en tal sentido corres un alto riesgo, ya que este tipo de lineamientos definitivamente conducen a las empresas y/u organizaciones a la desaparición.

Un auténtico líder por sobre todas las cosas debe volcar más su atención en la eficacia, sin por ello dejar de lado la eficiencia. Pero cuando nos destacamos por ser eficaces nuestra mente orienta su atención a alcanzar los objetivos planteados al menor costo posible, con lo cual se logra mayor eficiencia. En pocas palabras, siendo eficaz se termina siendo eficiente, más sin embargo, no ocurre lo mismo al revés. Te voy a dar un ejemplo, para culminar este artículo, que sirva para comprender mejor el concepto.

A principios del siglo pasado en EE.UU. se suscitó un grave inconveniente. Las heladeras comerciales y familiares tenían dimensiones mucho más importantes que las hoy conocidas. Una persona adulta podía ingresar dentro de ellas parada, y además, el sistema de cierre consistía en un juego de trabas y manija que solo podían ser accionadas desde afuera. Lo cierto es que varias personas, entre ellos muchos niños, murieron congelados cuando por accidente se les cerraba la puerta y no había nadie afuera que los pudiera auxiliar. Frente a este hecho, las empresas líderes del mercado decidieron resolver el tema modificando las cerraduras y las trabas de las puertas. Inclusive algunas, propusieron incorporar sistemas de alarmas para ser accionadas por quienes quedasen encerrados. Lo curioso del hecho es que cuando “la solución” ya estaba en proceso de fabricación y lista para ser lanzada al mercado, irrumpió una nueva marca con un toque de creatividad e imaginación. Simplemente eliminó las cerraduras y las trabas,  incorporando sencillos burletes de goma imantados.

¡¡¡ Esto es lo que significa transitar por el camino de la eficacia!!!

Ahora bien… Tú que ejerces liderazgo ¿Por dónde suelen transitar tus procesos mentales?... ¿Por ser más eficiente o por ser más eficaz?... te lo dejo para que lo reflexiones.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

PNLCBA CONSULTORA

lunes, 23 de enero de 2012

"El fracaso no existe, solo existen resultados"




Es muy común creer que las personas exitosas alcanzan los triunfos de manera natural y que todo lo que hacen o tocan se transforma en oro. Más sin embargo, es necesario comprender que detrás del brillo y la gloria, hay años de constancia, sudor, perseverancia, y por sobre todo, la capacidad de saber enfrentar a la adversidad.

Si te pones a estudiar la historia de aquellos que brillan, muy probablemente encuentres grandes derrotas en su haber. De hecho, las personas exitosas son las que más adversidades han enfrentado. En ese sentido recuerdo una frase maravillosa de Michel Jordan, considerado por los especialistas como el más grande basquetbolista de la historia de la NBA. Él decía al respecto: “He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fallado una y otra vez en mi vida y a ello se debe mi éxito.”

Un gran sabio dijo en cierta oportunidad “El éxito no es más que el resultado de perseverar ante la derrota.”

Las adversidades son las únicas formas de aprender. Quizás tengas “la mala fortuna” de que algo te salga bien al primer intento. Pero aunque puedas considerar a ello un éxito, en realidad no habrás aprendido nada. No podrás distinguir qué fue lo que hiciste bien y que es lo que podrías mejorar. Las equivocaciones nos brindan la maravillosa oportunidad de descubrir nuestros puntos débiles y las partes de las estrategias utilizadas que debemos cambiar.

Una pequeña anécdota que sirve para sintetizar éste concepto es aquella vivida por Thomas Edison, a quien en cierta oportunidad mientras presentaba su más afamado invento, la bombilla eléctrica, se le acercó una persona que sabiendo de las grandes dificultades que había tenido en su desarrollo, le preguntó: "¿qué se siente haber fracasado más de 9000 veces para que la bombilla prenda?" y Thomas Edison le contestó, “Yo no he fracasado 9000 veces, por el contrario, he aprendido 9000 formas en que la bombilla no funciona”.

En conclusión, el término fracaso es un concepto que hemos inventado para ponernos en el papel de víctimas, y en consecuencia, estancarnos en el error. Si algo no funciona debemos interpretarlo como un resultado, en tal sentido, simplemente se trata de cambiar de estrategia.

Frente a la adversidad en lugar de preguntarte ¿Por qué me pasa esto a mi?, o proyectar culpas en otras personas y/o circunstancias, pregúntate ¿Para qué me pasa?, ¿Qué debo aprender?, ¿Dónde está mi error o debilidad? y te aseguro que las respuestas que vayan surgiendo te irán marcando nuevos rumbos de auténtico crecimiento personal.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico

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martes, 3 de enero de 2012

"Las palabras convencen pero el ejemplo arrastra"


Observa este vídeo y luego pregúntate... ¿Como estoy educando a mis hijos?... No se si lo sabías, pero en neurolingüística decimos que "Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra".
Lo dejo para tu reflexión.

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
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"Si quieres ser águila, no te juntes con gorriones"



Recuerdo cuando era adolescente y mi padre me decía, “Si quieres ser águila, no te juntes con gorriones”. Más tarde llegó a mi conocimiento uno de los principios más interesantes que existe, que es el de Paretto, o también denominado "El principio 80/20"

Paretto observó a partir de un delicado y minucioso estudio que existe una estrecha relación entre nuestra eficiencia y el tiempo que le dedicamos. Su conclusión fue contundente… “El 80 % de nuestra eficiencia viene del 20 % de nuestras acciones”.

Ahora bien, si aplicamos este principio a nuestras relaciones, nos puede llegar a ser extremadamente útil ya que, probablemente, descubramos que el 80 % de las influencias positivas que recibimos en nuestra vida, las hagan el 20 % de las personas con quienes nos vinculamos. Entonces teniendo este conocimiento, podemos empezar a fomentar conscientemente las relaciones con ellos, y en oposición, ir disminuyendo la frecuencia con los que no nos ayudan a crecer como personas.

Observa tu entorno y tus relaciones, seguramente no tardarás en comprender lo que aquí te estamos planteando. Habrá personas que te deben estar apoyando en tus proyectos y te exigen, porque ven en ti un gran potencial. Más sin embargo también habrá a tu alrededor personas que te contagian desgano y desinterés. Viven enfatizando que la vida es dura y difícil. Y suelen aconsejar que lo importante es "aferrarse a lo seguro". Son temerosos, y en el camino por la vida han ido abandonando, uno a uno, todos sus sueños. Viven, trabajan y hacen, las cosas sintiéndose "víctimas de las circunstancias".  Por ello se suele escuchar de sus labios frases como estas: "Es muy difícil", "No se puede", "Que te vas a poner a hacer eso ahora"... "Ya no tenes edad para hacerlo"... "estás loc@ es muy complicado"... etc. Pero a la vez, frecuentemente, se sienten desconformes y se quejan de la vida, critican a los que logran objetivos… "¡¡¡ Mira lo que se compró !!!... ¡¿A cuantos habrá pisado?!... en fin.

Lo cierto es que sin darte cuenta, al relacionarte con ellos tú te estás infectando. De hecho, si tomas conciencia, es muy probable que cuando te acercas a esas relaciones también empieces a esgrimir "un cántico psicológico similar", con quejas, críticas, envidias, etc. proyectándoselas a otras personas. Y a propósito de ésta última, mi padre decía al respecto: "la envidia es el mejor tributo que le puede hacer la mediocridad a la excelencia".

En conclusión, el objetivo es que empieces a volcar más tu mirada hacia ese otro 20% de la gente que te rodea. Observándolas en su accionar y aprendiendo más de ellas. Si lo haces, notarás que tu vida y tus circunstancias comenzarán, poco a poco, a cambiar.

Utilizando la sabiduría de mi padre y en forma sintética te diría : "Si quieres ser águila, no te juntes con gorriones"

Juan Carlos Lorenzo
Arquitecto, Psicólogo Social
Master Trainer en PNL & Coach Ontológico